Alguna vez soñé. ¡Que despierto estaba!
La fortuna encontré; al saber que no era cierto lo que soñaba.
Por otro me cambié. Pues no habitaba en corazón de mujer.
¡Como potro galopé! Me alejaba de la razón y del saber.
Para en medio de unos pechos reposar, como un manojito de mirra.
Sin asedio y con derechos para amar.
Aunque admito; que me cegaba la ira.
Mi alma arde por ofrendar amor.
¡Sea mi corazón su Altar!
Mi cama nos guarde del temor.
Y sea el mar donde la pasión. ¡Pueda navegar!
¡Bien mío te extraño! Anhelo la miel de tu paladar.
Con el Señorío de antaño, huelo tu piel como la sal del mar.
¡Sazonas mi pasión! ¡Exaltas mi alma!!Replétame de tus amores¡
Entonas en tu corazón, notas de calma. ¡Cántame tus ilusiones!
Soy tan lejano como una memoria y tan cercano como una estrella.
Como un anciano sin historia. !En el verano de una doncella!
Reescribamos en amores el pasado.
Descubramos emociones que no hemos probado.
¡Si solo nos amaramos!
Con esas pasiones. ¡Que solo tu yo!
¡Hemos inventado!
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