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sábado, 23 de junio de 2018

Fin de semana poético.



Queridos amigos:

Amantes de la poesía y el romance, es un placer invitarlos a este blog. Este fin de semana hemos colgado 5 nuevas creaciones, las cuales espero sean de su agrado.

Haré el esfuerzo de hacer los fines de semana poéticos, posteando nuevas creaciones. Si gustas participar con las tuyas o deseas compartir el link de tu blog, puedes hacerlo con toda confianza, el objetivo principal es darnos a conocer y compartir nuestras obras, de manera que podamos tener mejores alcances. Actualmente tengo un poemario concursando en el certamen de poesía, Gilberto Owen Estrada aquí en mi país natal México. En breve llegaran los resultados los cuales compartiré con todos ustedes. De igual forma también tenemos presencia en el premio literario Mauricio Achad organizado por Penguin Random House y librerías Gandhi. Cuyo veredicto es a principios del próximo mes de julio, resultados en los cuales también les tendré informados.

Espero su apoyo para poder crear una comunidad y compartir, experiencias, conocimientos así como brindarnos apoyo mutuo para poder alcanzar nuestras metas, en esta bella pero complicada carrera de ser escritor.

De antemano muchas gracias.

Cordial saludo

K. L. Ortega

La búsqueda...



¿Qué es el amor?
El corazón interroga.
En él, no hay temor.
Ni la pasión, es una droga.

Es sendero solitario.
Es morir viviendo. 
Pero... Verdadero y prioritario.
Es seguir en él creyendo.

Se inflama, en una mordida prolongada en los besos.
Y es como una bala perdida, incrustada en los sesos.
Es su idioma la casualidad, la romanza su bandera.
El dogma su nacionalidad, y la confianza lo pondera.

¿Qué es el amor? 
Si no el juego, de oler tú aroma.
¡Conocer tu sabor!
Y luego… Caer en coma.

Un sismo dérmico, en las delicias de tus piernas.
La transpirante inundación, en medio de tus senos.
El exorcismo pélvico, tras tus caricias tiernas.
Una Impresionante consumación, para que sin miedo…


¡Nos complementemos!

K. L. Ortega

© Copyright derechos reservados

A flor de piel...


Mamá

¿Cuál es el enigma de la buena ventura?
¿Una memoria fallida? ¿La juventud?
Algo, que no se resigna a quedar en la sepultura.
¿O una historia escondida en un ataúd?

¡Escribe en mí! Voy a ser tú pergamino. 
Siembra la prosa en mí vientre, mi piel y mis pechos
Imposible para mí, perder ahora el camino.
Soy hembra dudosa, pero siempre fiel ante los hechos.

Yo

¿Ahora quieres resolver el secreto?
¿Por eso has querido a escuchar?
O es que vienes a romper ese decreto.
Con el que has pretendido abortar.

¿Quién podrá sobrevivir? Si en las sensaciones confía.
¡Es el placer carnal! Un vicio que podemos someter.
¿Quién sabrá discernir? Si de las pasiones se fía.
¡Entonces saber amar! Es el oficio que debemos aprender.

Mamá

¿Por qué me revelaste semejante misterio?
Alejarte de mi. La decisión por la que casi me muero.
Ahora puedo escucharte, con abundante criterio.
Pues formarte dentro de mí, es la bendición…


¡Que ahora yo quiero!

K. L. Ortega
© Copyright derechos reservados

Historia alternas



Te conocí, por medio de las redes.
Sin viajar, sin seguir al viento.
Nunca sentí miedo por las mujeres.
Pero debo aceptar, que por ti lo siento.

Temor a encontrarte. 
Y no saber que esperar.
Horror de nunca ubicarte.
¡Y no poderte hablar!

¡No puedes enamorarte!, dijiste
Pretendes conquistarme, desde otro mundo.
¡No debes arriesgarte!, mentiste.
Comprendes. ¿Que amarte así es tan absurdo?

Y es que había alguien a tu lado.
Comparte tu acento y conversan.
Sé bien, que aún no te has enamorado.
Y que el arte y tu talento, no le interesan.



Voy a encontrar paz, escribiendo novelas.
Versiones alternas, de mundos olvidados.
Voy a zarpar y audaz, extiendo mis velas
A esas pasiones eternas, donde juntos…


¡Nos enamoramos!

K. L. Ortega
© Copyright derechos reservados

Era invierno...



Esa primera ocasión, fue en la librería.
¡Quise decir! la primera situación en que lo ví.
Desde afuera, tuve la sensación de que me veía.
Reír, fue su austera reacción. Pero yo lo consentí.

En su mesa separada, ubicada en la ventana.
Paciente leía un libro y yo… ¡Reflexionaba!
En esa promesa esperada, de cada mañana.
Mi mente perdía equilibrio y él. ¡Me obsesionaba!

Luego de un mes de tardía formalidad.
¡Me enamoré! Si no es que antes, ya lo estaba.
El fuego esta vez ardía con normalidad.
Y no reparé en que ser amantes, no aprovechaba.

¿Qué hombre cavila hoy en el matrimonio?
No aceptan responsabilidad y sólo se conforman.
Con un nombre de pila y un buen testimonio.
Detestan la paternidad y luego... ¡Se transforman!

No entraré en detalles. ¿O no me expresé claramente?
¡No perdonaré que me falles! Lo amenacé descaradamente.
Divagando estas mujer. Ve perdiendo en mi calor, tu soledad.


¡Era invierno entonces!


Hoy recordando el ayer, entiendo que el amor de verdad.


¡Es eterno y sin reproches!

K. L. Ortega
© Copyright derechos reservados

Héroe



Mi Padre, fue mi primer ídolo.
No tenía capa, ni súper poder, ni emblema.
¿Qué habría de entender por símbolo?
Si veía que Papá, podía resolver cualquier problema.

Mi paladín, no reconoció en si mismo… 
La debilidad que por dentro llevaba.
Y al fin perdió en el alcoholismo.
Su habilidad y el talento que admiraba.

Aquel día detesto, cuando se fue de casa.
No entendía esto, y llorando pregunté. ¿Qué pasa?
Con un paso, regresó a decirme.
Yo creó, que alcanzarás siempre tus propósitos.
No pensó que iba a resistirme.
Yo veo, que regresarás en diciembre con nosotros.

Tal vez no dejó una herencia efectiva, cuando salió por la puerta.
Pero liberó en mí una fuerza cautiva. Que nunca vio. ¡Esa es su nieta!
¡Quizá no soy el mejor Padre!... Entre dolor y sollozos lo repetía.
Hoy por su amor y el de mi Madre. Soy el mejor de los esposos, cada día.

El querer ser mejor papá…
Es soñar, con un estado de perfección.
El poder está, en el amor de mamá.
Y superar a su lado, cualquier situación.

¡Para mi Viejo!

K. L. Ortega
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