¿Porque me sigo escondiendo como si volvieras?
En que perdida caverna de mi corazón floreciste.
¿Porque sigo viviendo como si existieras?
Concebida eterna. En la pasión donde surgiste.
Anochecí tu cabello y atardecí en dorado tú mirada.
Pinté en la eternidad tu belleza, con las luces de mis versos.
¡Bebí como plebeyo!... Y dormí enamorado de mi amada.
Mudé la oscuridad en mi cabeza. ¡Por esos dulces besos!
Mi sangre reclamaba sus derechos.
Mi alma te gritaba, con lamento impotente.
Que mi carne lloraba, por tus pechos.
Y cuan palma se agitaba. ¡Ante viento inclemente!
¡Hubiera querido conocerte!
Pero ese placer, aún no he encontrado.
¡Quisiera con un soplido aparecerte!
Pero mujer como tú… ¡Aún no se ha creado!
K.l. Ortega
© Copyright 2018 "Todos los derechos reservados"
