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sábado, 11 de agosto de 2018


Te miro desde afuera, donde el mundo es tan pequeño.
Soy un germen columpiándose, en el hoyuelo de una aguja.
Un vampiro que en la higuera, esconde su profundo sueño.
Donde otros duermen dándose a ese consuelo, que embruja.

En esta migración sin final, dormito en constelaciones.
Acudo de malas a esos limbos astrales, para encontrarte.
Por esta imaginación subliminal, no permito más errores.
Y sacudo las alas entre nimbos espectrales, para alcanzarte.

¡Este mundo de hoy! penado en obscuridad lagrimal.
En esta galaxia fatal, de decadente esplendor.
¡Moribundo estoy! condenado en enfermedad terminal.
En anafilaxia mortal, ante la muerte y el dolor.

Nivardo de Runn 

(K.L. Ortega)

 © Copyright derechos reservados

viernes, 10 de agosto de 2018

Noctambula mía


Noctua mea

Sonámbulo

Media noche al fin.¡Todos duermen!
Nosotros, despertamos de la fantasía.
Tragedia y reproche en ambos se ciernen.
Y sin son. Galopamos como potros de caballería.

Cabalgando sobre la inconsciencia, te buscaba.
Navegando sobre mi impaciencia, te llamaba.
Noche tras noche te descubro, es muy poco el tiempo.
Broche tras broche te desnudo, y como loco te contemplo.


Noctámbula

En este mar de nubes etéreas, mi espectral visita me ha invitado.
Al soñar descubres mis huellas y puntual a la cita, has llegado.
¡Libre de dolor! Invulnerable a la jaqueca y al tic tac del despertador.
Vibre en mí tu amor, inefable como él de Rebeca por Isaac, su Señor.

¡Te respiro mi amado! Y te transpiro de este lado.
¡Me persigues sin embargo! Estos tus dedos en mi vientre.
Son prestos renuevos en tu mente.¡Por qué sigues en letargo!
Bostezas en tu cama y en tus edredones, me envuelves cuan telarañas.
Me besas con el alma y en tus pasiones, me remuerdes las entrañas.

Tú preámbulo es telescopio para discernir.
Pues eres sonámbulo en tu propio dormir.
Tomas los planetas que inmolo para guiarte.
Y remontas los cometas sólo…
 ¡Por volver a besarme!

Nivardo de Runn(K.L. Ortega)

 © Copyright derechos reservados

sábado, 23 de junio de 2018

Fin de semana poético.



Queridos amigos:

Amantes de la poesía y el romance, es un placer invitarlos a este blog. Este fin de semana hemos colgado 5 nuevas creaciones, las cuales espero sean de su agrado.

Haré el esfuerzo de hacer los fines de semana poéticos, posteando nuevas creaciones. Si gustas participar con las tuyas o deseas compartir el link de tu blog, puedes hacerlo con toda confianza, el objetivo principal es darnos a conocer y compartir nuestras obras, de manera que podamos tener mejores alcances. Actualmente tengo un poemario concursando en el certamen de poesía, Gilberto Owen Estrada aquí en mi país natal México. En breve llegaran los resultados los cuales compartiré con todos ustedes. De igual forma también tenemos presencia en el premio literario Mauricio Achad organizado por Penguin Random House y librerías Gandhi. Cuyo veredicto es a principios del próximo mes de julio, resultados en los cuales también les tendré informados.

Espero su apoyo para poder crear una comunidad y compartir, experiencias, conocimientos así como brindarnos apoyo mutuo para poder alcanzar nuestras metas, en esta bella pero complicada carrera de ser escritor.

De antemano muchas gracias.

Cordial saludo

K. L. Ortega

La búsqueda...



¿Qué es el amor?
El corazón interroga.
En él, no hay temor.
Ni la pasión, es una droga.

Es sendero solitario.
Es morir viviendo. 
Pero... Verdadero y prioritario.
Es seguir en él creyendo.

Se inflama, en una mordida prolongada en los besos.
Y es como una bala perdida, incrustada en los sesos.
Es su idioma la casualidad, la romanza su bandera.
El dogma su nacionalidad, y la confianza lo pondera.

¿Qué es el amor? 
Si no el juego, de oler tú aroma.
¡Conocer tu sabor!
Y luego… Caer en coma.

Un sismo dérmico, en las delicias de tus piernas.
La transpirante inundación, en medio de tus senos.
El exorcismo pélvico, tras tus caricias tiernas.
Una Impresionante consumación, para que sin miedo…


¡Nos complementemos!

K. L. Ortega

© Copyright derechos reservados

A flor de piel...


Mamá

¿Cuál es el enigma de la buena ventura?
¿Una memoria fallida? ¿La juventud?
Algo, que no se resigna a quedar en la sepultura.
¿O una historia escondida en un ataúd?

¡Escribe en mí! Voy a ser tú pergamino. 
Siembra la prosa en mí vientre, mi piel y mis pechos
Imposible para mí, perder ahora el camino.
Soy hembra dudosa, pero siempre fiel ante los hechos.

Yo

¿Ahora quieres resolver el secreto?
¿Por eso has querido a escuchar?
O es que vienes a romper ese decreto.
Con el que has pretendido abortar.

¿Quién podrá sobrevivir? Si en las sensaciones confía.
¡Es el placer carnal! Un vicio que podemos someter.
¿Quién sabrá discernir? Si de las pasiones se fía.
¡Entonces saber amar! Es el oficio que debemos aprender.

Mamá

¿Por qué me revelaste semejante misterio?
Alejarte de mi. La decisión por la que casi me muero.
Ahora puedo escucharte, con abundante criterio.
Pues formarte dentro de mí, es la bendición…


¡Que ahora yo quiero!

K. L. Ortega
© Copyright derechos reservados

Historia alternas



Te conocí, por medio de las redes.
Sin viajar, sin seguir al viento.
Nunca sentí miedo por las mujeres.
Pero debo aceptar, que por ti lo siento.

Temor a encontrarte. 
Y no saber que esperar.
Horror de nunca ubicarte.
¡Y no poderte hablar!

¡No puedes enamorarte!, dijiste
Pretendes conquistarme, desde otro mundo.
¡No debes arriesgarte!, mentiste.
Comprendes. ¿Que amarte así es tan absurdo?

Y es que había alguien a tu lado.
Comparte tu acento y conversan.
Sé bien, que aún no te has enamorado.
Y que el arte y tu talento, no le interesan.



Voy a encontrar paz, escribiendo novelas.
Versiones alternas, de mundos olvidados.
Voy a zarpar y audaz, extiendo mis velas
A esas pasiones eternas, donde juntos…


¡Nos enamoramos!

K. L. Ortega
© Copyright derechos reservados

Era invierno...



Esa primera ocasión, fue en la librería.
¡Quise decir! la primera situación en que lo ví.
Desde afuera, tuve la sensación de que me veía.
Reír, fue su austera reacción. Pero yo lo consentí.

En su mesa separada, ubicada en la ventana.
Paciente leía un libro y yo… ¡Reflexionaba!
En esa promesa esperada, de cada mañana.
Mi mente perdía equilibrio y él. ¡Me obsesionaba!

Luego de un mes de tardía formalidad.
¡Me enamoré! Si no es que antes, ya lo estaba.
El fuego esta vez ardía con normalidad.
Y no reparé en que ser amantes, no aprovechaba.

¿Qué hombre cavila hoy en el matrimonio?
No aceptan responsabilidad y sólo se conforman.
Con un nombre de pila y un buen testimonio.
Detestan la paternidad y luego... ¡Se transforman!

No entraré en detalles. ¿O no me expresé claramente?
¡No perdonaré que me falles! Lo amenacé descaradamente.
Divagando estas mujer. Ve perdiendo en mi calor, tu soledad.


¡Era invierno entonces!


Hoy recordando el ayer, entiendo que el amor de verdad.


¡Es eterno y sin reproches!

K. L. Ortega
© Copyright derechos reservados